Los fondos perfilados son una alternativa de inversión que ofrecen los bancos para quienes no quieren encargarse de gestionar sus ahorros. Se trata de una solución donde la entidad financiera se encarga de todo, con sus ventajas y desventajas.
¿Y en qué consisten los fondos perfilados? Básicamente son fondos que invierte en otros fondos de inversión con carteras adaptadas a diferentes perfiles de inversión. Por ejemplo, una cartera conservadora, moderada y dinámica o agresiva, que son los nombres más habituales.
Es fácil confundir los fondos perfilados con una cartera de inversión gestionada. En ambos un experto en inversiones gestionará tu dinero, pero tanto las comisiones como la forma de trabajar son distintas.
Con un fondo perfilado, estás contratando un fondo que sigue una estrategia de inversión. Con una cartera gestionada de forma discrecional, contratas varios fondos que un asesor te recomienda.
Los fondos perfilados son una forma sencilla de empezar a invertir con las ventajas y desventajas propias de los fondos de inversión. Esto pasa por liquidez total (puedes vender cuando quieras) o que no hace falta mucho dinero para invertir.
Pero eso es algo que todo el mundo te dirá, empezando por las propias entidades financieras. Además, hay otras 8 cosas que nadie te cuenta de las carteras de fondos perfilados y no todas son positivas.
ÍNDICE
Es un FONDO DE FONDOS
Por si todavía no lo tienes claro, un fondo perfilado es como un fondo de fondos. Como clientes contratas un único fondo de inversión que lo que hace normalmente es invertir en otros fondos de inversión para componer una cartera acorde al perfil de inversión.
Lo que tú verás en el mejor de los casos es la composición de esa cartera y en ocasiones, ni eso. Es muy habitual que el banco solo te informe de los pesos del fondo. En otras palabras, del porcentaje que invierte en renta variable, renta fija y lo que tiene en liquidez (efectivo).
Un gestor toma todas las DECISIONES
Esta es una de las principales características de los fondos perfilados y de cualquier fondo de inversión en general. Están gestionados por profesionales de las finanzas, que son quienes deciden en qué invertir, en qué porcentaje, cuándo hacerlo, con qué plataforma…
La parte positiva y una de las ventajas de los fondos perfilados es precisamente eso: un profesional se encarga de todo. Tú no tendrás que hacer nada más allá de aportar dinero al fondo y asegurarte de que representa tu perfil como inversor.
La parte negativa es que pierdes todo el control sobre las inversiones y tampoco tienes la opción de hablar con el gestor de fondos, algo que sí es posibles con un asesor financiero y una cartera gestionada.
Esto hace que los fondos perfilados sean adecuados para quienes buscan la sencillez y facilidad de delegar sus inversiones. Eso sí, que sean adecuados no quiere decir que sean la mejor opción.
Cero personalización: los PERFILES SON GENERALES
Un fondo perfilado obedece a un perfil específico en el que puedes estar más o menos representado, pero no deja de ser eso. Nunca será un producto personalizado ni diseñado para ti. Eso es algo que solo tú o un asesor financiero podéis construir.
Algo parecido ocurre con algunas carteras de fondos gestionadas, que parece que son personalizadas, pero en realidad no es así. Solo son modelos creados para perfiles generales.
Aunque a todos nos gusta pensar que cuanto más personal, mejor, lo cierto es que al invertir no tiene por qué ser así. La mayoría respondemos a perfiles generales y una cartera que cubra ese perfil normalmente será suficiente.
Más COMISIONES
Uno de los secretos ocultos de las carteras perfiladas de fondos son sus comisiones. Al invertir en otros fondos, estarás pagando más comisiones que con otros productos.
Por un lado tendrás que hacer frente a las comisiones de gestión de fondo perfilado y, por otro, a las de los fondos en los que invierte. En realidad, todos los fondos de inversión tiene que hacer frente a comisiones y gastos por invertir, ya sea acciones o en otros activos. (comisiones implícitas)
Sin embargo, se da la casualidad de que, muchos de estos fondos perfilados invierten en los fondos del propio banco que, a su vez, suelen tener las comisiones máximas. Así que, cuidado con los costes de estos productos.
Recuerda que las comisiones que pagas salen siempre de la rentabilidad. Toda comisión de más es rentabilidad de menos que obtienes.
RENDIMIENTOS LIMITADOS, sobre todo para perfiles conservadores
Este exceso de comisiones se traduce en el rendimiento de los fondos perfilados. En otras palabras, en la rentabilidad que puedes conseguir: normalmente la rentabilidad de los fondos será menor que la de otras alternativas.
Es lo que pasa cuando el TER (indicador de los costes totales de un fondo) es del 2,5% frente al 1%, por ejemplo.
Quizás la diferencia no sea demasiado elevada un año o dos, pero a largo plazo la cosa cambia. Ese punto porcentual puede convertirse en una enorme cantidad de dinero que estás pagando de más.
A modo de ejemplo, imagina dos personas que invierten 50.000 euros de partida con una rentabilidad bruta del 5%, solo que uno paga comisiones del 2,5% y el otro del 1%.
El primer año la diferencia ya sería de 750 euros. Pero es que al cabo de 10 años, el primero tendría 10.000 euros menos que el segundo y después de 25 años 30.000 euros menos.
Esto es lo que pasaría al en un inversión a largo plazo mantenida durante 40 años.
Además, como estas comisiones se descuentan día a día de la rentabilidad, son menos visibles que en otras opciones como las carteras de gestión discrecional.
Esta diferencia en comisiones y rendimiento es más acusada en las carteras conservadoras, algo que ocurre con la mayoría de inversiones seguras.
No todos son TRANSPARENTES
Los buenos fondos perfilados son muy claros respecto a su política de inversión, el perfil al que están dirigidos, cómo invierten y dónde lo hacen. Llegan incluso a publicar los fondos concretos donde invierten y el peso que tienen.
Por desgracia, no todos los fondos perfilados son igual de transparentes. Muchas de las carteras de grandes bancos solo ofrecen un resumen genérico del perfil de inversión y de cómo invierten en dinero.
Tampoco ayuda que en un fondo perfilado las comisiones se resten diariamente del valor liquidativo del fondo. Es decir, que se cobran antes de calcular la rentabilidad, lo que hace que no sean tan evidentes.
Esto afecta tanto a las comisiones implícitas, como los costes de los activos donde invierte el fondo, como con las comisiones explícitas, como la comisión de gestión. Con un buen asesor financiero, esta comisión de gestión se paga aparte.
No todos los expertos en finanzas son iguales ni funcionan igual. Aquí puedes ver lo que no te cuentan de los asesores financieros.
FLEXIBILIDAD fiscal
Para terminar, una de las ventajas de los fondos perfilados: su fiscalidad. No es que sea diferente a la de otros fondos de inversión, pero rara vez se pone en valor.
Un fondo perfilado permite diferir el pago de impuestos y así ganar más dinero gracias al interés compuesto. Como inversor, puedes cambiar de fondo sin tener que pagar impuestos por las ganancias acumuladas. Esto permite rebalancear tu cartera y adaptarla al mercado o a tu perfil de inversión sin tributar en el IRPF.
A efectos prácticos, te ahorrarás entre un 19% y un 26% en cada cambio de fondo, un dinero que seguirá invertido y creciendo. Como con las comisiones, quizás la diferencia no te parezca importante, pero se nota a largo plazo.
Esto es lo que pasa con una inversión de 10.000 euros para una rentabilidad del 10% con y sin diferimiento fiscal (con un fondo perfilado frente a un depósito, por ejemplo) después de 25 años.
| Inversor 1 (sin diferimiento) | Inversor 2 (con diferimiento) | |
|---|---|---|
| Capital acumulado | 52.835 € | 76.868 € |
| Intereses generados | 52.882 € | 66.868 € |
| Impuestos que pagas | 10.048 € | 14.260 € |
| RENTABILIDAD REAL (tras impuestos) | 42.835 € | 52.807 € |
