Como es lógico, siempre es mejor contar con el mayor músculo financiero posible, pero hay casi tantos inversores como bolsillos. Para casi todos los gustos, vaya. Con 3.000 euros existen, por supuesto, opciones. De hecho, incluso con cantidades menores. No obstante, el abanico es limitado, así como las posibilidades de rentabilidad. Para que lo tengas claro en este último sentido: la lotería puede tocar -también al realizar una inversión- aunque resulta estadísticamente improbable. Es más, aunque te toque, la estadística también dice que es fácil que termines perdiéndolo todo.
ÍNDICE
Las preguntas que debes hacerte como inversor
Antes de lanzarte a comprometer tus ahorros, sea cual sea el importe, hay varias cuestiones previas referidas sobre todo a ti mismo que debes considerar; son las que figuran a continuación.
- La cantidad que deseas invertir. En este caso, ya está definida: 000 euros.
- ¿Son esos 000 euros prescindibles para ti? Es decir, ¿qué impacto tendría sobre tus finanzas si los perdieses?
- ¿Cuánto tiempo pretendes mantener el dinero invertido o cuánto podrías resistir sin él? Si piensas que puedes necesitar el capital a corto plazo, lo más práctico es que no lo inviertas.
- ¿Qué expectativas de rendimiento tienes para la inversión?
- ¿Cuál es tu capacidad para asumir y resistir el riesgo a cambio de unos ciertos beneficios? Existe un espectro variado de inversores, desde los perfiles más conservadores hasta los más osados. Si estás en el segundo grupo y tienes previsto ir a por todas, a por un beneficio rápido y elevado, resulta más práctico que te mentalices de que podrías perder los 3.000 euros o, al menos, parte de ellos.
- No olvides que la relación entre rentabilidad y riesgo mejora cuanto mayor es el horizonte temporal.
- La inversión con riesgo cero no existe. De hecho, hay una relación entre riesgo y rentabilidad que deberías conocer.
¿Qué sabes sobre inversiones?
Además de definir tu perfil como inversor, también debes plantearte cuál es tu grado de conocimiento sobre el mundo de las finanzas en general o sobre el producto que te interesa en particular. Si no te sientes capacitado para tomar ciertas decisiones, en el curso alta rentabilidad te damos las claves para poner a trabajar tu dinero y conseguir el beneficio que quieres para tus ahorros.
Comisiones y gastos
Te decantes por recibir nuestras recomendaciones o no -pero más aún en el segundo caso- debes tener en cuenta siempre las comisiones y los gastos añadidos que puede haber en una inversión. Es decir, lo que te va a costar la operación sin incluir la rentabilidad posterior.
Invertir en acciones
Es lo que ocurrirá, por ejemplo, si quieres invertir en bolsa: la entidad financiera te cobrará una comisión fija más un porcentaje, aunque cada una tiene sus propias tarifas. No obstante, 3.000 euros es una cantidad suficiente para empezar en el mercado bursátil y lograr rentabilidad. Dependerá, como es lógico, del tino o de la fortuna que tengas al elegir el valor en cuestión. En términos generales, la bolsa es un ámbito volátil, sensible a multitud de factores, y debes entrar en ella con prudencia. En ese sentido, contar con el consejo de un experto será seguramente eficaz.
Deuda pública
Si tu perfil de inversor es más bien conservador, puede interesarte meter tu dinero en deuda pública, aunque las rentabilidades no sean elevadas. En concreto, el cambio de Gobierno ha colocado el rendimiento del bono español a diez años en el entorno del 1,7%. Otra de las ventajas de la deuda pública es que no necesitas conocimientos técnicos para invertir en ella.
Cuentas remuneradas
También puedes optar por las cuentas remuneradas, que ofrecen un interés pactado sobre el capital invertido. Lo que ocurre es que el interés es más que limitad y no te permitirá aprovechar el interés compuesto.
De hecho, si estás pensando que una cuenta de ahorro es una buena alternativa sobre qué hacer con 3.000 euros deberías leerte esto: el error que nunca debes cometer con tu cuenta corriente.
Planes de pensiones
Un montante de 3.000 euros puede ser interesante para abrir un plan de pensiones. Estos vehículos son una herramienta de ahorro recomendable a largo plazo, en los que el partícipe desembolsa aportaciones periódicas -con un máximo de 8.000 euros anuales deducibles- que se invierten en busca de rentabilidad. El aspecto quizá más positivo es la fiscalidad ventajosa -menos en el momento del rescate-, ya que podrás desgravar las cantidades que ingreses cada año. La imposibilidad de hacer líquido el plan de pensiones en cualquier momento es una de las grandes desventajas de este producto.
Recuerda que sólo podrás rescatarlo por jubilación, fallecimiento, enfermedad grave, incapacidad laboral total y permanente o invalidez absoluta y continua, desempleo de larga duración, desahucio y, a partir de 2025, las cantidades destinadas al plan de pensiones en 2015 y en años anteriores, y así sucesivamente ejercicio tras ejercicio. Y esta es sólo una de las ocho cosas que no te cuentan de los planes de pensiones.
Depósitos a plazo fijo
Para los perfiles más conservadores son aconsejables los depósitos a plazo fijo. El aspecto positivo es que son 100% seguros, aunque tienen el inconveniente de que el capital deberá permanecer inmovilizado por un tiempo, que puede ser un mes o incluso años.
¿Por qué no oro?
El oro es casi siempre una buena idea: es un valor seguro y que goza generalmente de estabilidad. Los analistas lo consideran un bien refugio hasta en las épocas más duras, aunque igualmente es una posibilidad rentable en tiempos positivos. La recomendación suele ser invertir en oro a largo plazo.
Fondos de inversión
En último lugar, tienes la opción de invertir tus 3.000 euros disponibles en fondos de inversión. Si lo que quieres es evitar el riesgo, mejor que te decantes por un fondo conservador. En cambio, si lo que buscas es una rentabilidad que rebase el 1%, es preferible que inviertas en renta variable.