Hay muchas formas de invertir en bolsa y una especialmente atractiva para quienes buscan vivir de las rentas: la inversión en dividendos.
Por un lado, es una estrategia relativamente sencilla de poner en marcha y, por otro, su funcionamiento es similar al de los ingresos pasivos. Ahí radica precisamente su encanto, inviertes en una serie de acciones que reparten dividendo y recibes un ingreso recurrente cuando las compañías pagan dividendo.
Visto así parece una fórmula perfecta: generar ingresos pasivos con tus inversiones para vivir de las rentas algún día.
¿Realmente es posible lograrlo? Sí, por supuesto. Pero antes de que empieces a hacer cábalas y castillos en el aire, vamos a ver en qué consiste, cómo funciona y lo que hace falta para invertir en acciones por dividendos.
⏳ Que sea posible no quiere decir que sea fácil. Esta es una estrategia de inversión a largo plazo. Eso es algo que nunca debes perder de vista.
ÍNDICE
En qué consiste la inversión por dividendos
Lo primero que debes tener claro es qué es un dividendo. De forma resumida, los dividendos son un dinero que las empresas reparten entre sus accionistas cuando ganan dinero.
Cuando una compañía obtiene beneficios, puede reinvertir el dinero en su negocio o repartirlo entre los accionistas. Ese dinero que entrega a los inversores es el dividendo, que puede darse como dinero en metálico o en acciones de la compañía.
💰 Los dividendos siempre se entregan por acción. Por ejemplo, un pago en metálico sería un euro por cada acción que tengas.
La inversión en acciones por dividendo consiste en buscar acciones que:
- Repartan dividendos de forma recurrente.
- Que lleven años haciéndolo.
- Que aumenten el dividendo que reparten todos los años.
¿Por qué reparten dividendo las empresas?
Las empresas pagan dividendo para premiar a sus accionistas y devolverles parte de la inversión. Esa es teoría general.
Después hay empresas que utilizan el dividendo como una forma de atraer inversores que, de otra forma, no apostarían por su negocio. Esto es más típico de grandes empresas ya consolidadas en su sector y con menor margen de crecimiento.
En otras palabras, acciones cuyo precio no va a subir tanto y que encuentran en el pago del dividendo una herramienta para que el accionista invierta y mantenga su inversión.
Y es que, una empresa con alto potencial de crecimiento tendrá más incentivos para reinvertir en el negocio que para repartir dividendo.
Cómo funciona la inversión en dividendo
Una de las claves de la inversión en acciones por dividendo es su simplicidad.
Una vez identificas las compañías que te interesan, sólo hay que comprar esas acciones y mantenerlas en cartera. Así de fácil.
Esta es una inversión a largo plazo, como la mayoría de las que funcionan en bolsa para el inversor particular.
Con esta estrategia ganarás dinero por dos fuentes:
- La posible revalorización de las acciones en las que inviertas. Es decir, que el precio de la acción que reparta dividendos suba y su valor aumente.
- Con la renta periódica de los dividendos que reparta la empresa.
Estos dos elementos juntos son los que hacen que sea atractiva para el inversor particular. Por un lado, puedes ganar dinero a largo plazo con la revaloración de las acciones y, por otro, generas una renta a corto plazo gracias al dividendo.
A partir de ahí, habrá quienes se queden con esos dividendos que han recibido como un ingreso pasivo para su día a día y quienes los reinviertan para maximizar el beneficio a largo plazo. La última opción es la más habitual.
Si quieres generar suficiente dinero de los dividendos como para vivir sin trabajar vas a necesitar tiempo y reinvertir ese dinero en comprar nuevas acciones para hacer trabajar el interés compuesto.
📌¿Quieres saber cuánto hace falta para vivir del dividendo? Aquí te ayudamos a hacer números y calcular cuánto necesitas para vivir de las rentas.
Ventajas de la inversión en dividendo
Como toda estrategia, esta también tiene sus puntos fuertes y débiles. Si te planteas donde invertir tu dinero, estos son los pros de hacerlo en busca del dividendo.
Es sencillo (hasta cierto punto)
La lógica detrás de este modelo de inversión es simple. Solo hay que identificar qué acciones llevan años pagando dividendo de forma creciente. ¿A que no parece muy complejo?
Para hacerlo más fácil, existe toda una comunidad de inversores por dividendo que te facilitarán la vida con análisis de empresas a las que siguen y listados de empresas que reparten dividendo. Hay incluso calendarios con qué dividendo pagará cada empresa y cuándo para poder planificarte.
Pero sin duda, lo mejor son los listados de los Aristócratas y Reyes del Dividendo, que son empresa que llevan más de 25 y 50 años cumpliendo con esas premisas básicas del inversor en dividendos. Pagar dividendo y aumentarlo de forma constante.
Y si no quieres buscar esas acciones o comprarlas por tu cuenta, también hay fondos especializados en este tipo de inversión y también fondos indexados que replican los listados que te acabo de contar.
Es una estrategia tranquila
La inversión por dividendos está enfocada en el largo plazo y en lo que se conoce como buy & hold, que consiste en comprar y mantener las acciones. Nada más y nada menos.
La única complicación de esta fórmula es seleccionar las acciones y decidir qué vas a hacer con el dividendo cuando lo recibas.
Es flexible
La flexibilidad de invertir por dividendos está en los pagos que recibirás de forma periódica.
Con la inversión bursátil tradicional, inviertes en una acción y no ves beneficios hasta que no vendes y si sigues una estrategia buy & hold pueden pasar años hasta que lo hagas. Con los dividendos ingresarás dinero de forma recurrente.
Este dividendo tendrá un coste fiscal (más adelante te lo explico). Sin embargo, te da una flexibilidad enorme para invertir o no hacerlo. Por ejemplo, puedes usar ese dinero para algún imprevisto que surja si prefieres no reinvertirlo.
También puedes reinvertirlo en esas mismas acciones o en otras que hayas localizado. Por poder, puedes incluso invertirlo en otro producto como el crowdlending o una cartera indexada, por ejemplo.
Eso sí, nunca pierdas de vista que ese dinero del dividendo es en realidad una adelanto de la rentabilidad que vas a recibir.
La razón, como veremos más adelante, es que cuando una acción paga dividendo, su cotización tiende a caer en la medida del dividendo que ha repartido. Es decir, que puedes esperar que una acción que vale 10 euros y que acaba de pagar 50 céntimos en dividendo baje hasta valer 9,5 euros.
Reduce riesgos
Un dicho muy recurrente en bolsa es que nadie gana o pierde dinero hasta que vende sus acciones. Ya pueden ir tus acciones subiendo un 100% que no habrás ganado nada si las mantienes y caen un 110%.
Cada vez que cobras un dividendo estás recuperando parte del dinero que has invertido. Al hacerlo estás minimizando riesgos ante eventuales caídas en el futuro.
Para que lo entiendas mejor, imagina que inviertes 1.000 euros en las acciones A y suben un 50%. Ahora valen 1.500 euros, pero tú todavía no has ganado nada. Para hacerlo puedes vender acciones por valor de 500 euros y mantener el resto del capital invertido. Esto es lo que se conoce como consolidar ganancias y sirve para minimizar riesgos.
Los dividendos hacen algo parecido de forma periódica, sin que tengas que hacer nada. Otra cuestión es que después reinviertas ese dinero.
📌 Las empresas que no reparten dividendo invierten ese dinero en su negocio, algo que, en teoría, puede hacer crecer más su negocio, siempre que sepan hacerlo bien. Si no, perderán esa ventaja a largo plazo y tu el beneficio de haber cobrado el dividendo
También es rentable
La inversión en dividendos se basa normalmente en empresas estables, líderes de su sector y poco volátiles. Dicho de otra forma, empresas que no doblarán su valor en bolsa, pero que normalmente crecerán y que no experimentarán grandes caídas.
Al final, la rentabilidad de los ETFs y fondos que invierte en las listas de aristócratas del dividendo que hemos mencionado logran resultados similares a la media del mercado a largo plazo.
Aquí puedes ver una comparativa de su rendimiento y como es una inversión con algo menos de volatilidad con el S&P 500 y los aristócratas del dividendo.
Genera rentas pasivas
Los dividendos son una forma de crear ingresos pasivos porque una vez inviertas, no tendrás que hacer nada para cobrar ese dinero.
💡 Si buscas otros medios de generar rentas, aquí tienes 5 formas de crear ingresos pasivos.
Te ayuda al jubilarte
Cuando llegue el momento de dejar de trabajar querrás usar la libertad financiera que has cultivado para llevar la vida que quieres.
Normalmente esto se traduce en pensar cómo quieres de recuperar tu dinero. Una forma de hacerlo es con la regla del 4%, que es un sistema para buscar la tasa de reembolso óptima al jubilarte. Es decir, cómo alargar tu dinero para que te dure hasta el final.
La inversión por dividendos es una forma diferente de afrontar ese ejercicio sin depender tanto del momento del mercado (imagina que justo al jubilarte tus inversiones caen, tendrías que repensar ese porcentaje).
Con este sistema, cambiarás la tasa de reembolso por los dividendos que te irán pagando las acciones en las que inviertes. Así no tendrás que pensar tanto en cuánto recuperas cada año y sufrirás menos mentalmente.
🧮 Si tienes pensado usar este método, no lo dejes para el final. Pensar que te podrás jubilar y cambiar tu fórmula de inversión de fondos a dividendos de la noche a la mañana es una quimera.
Como todo en la vida, vas a necesitar un tiempo para acostumbrarte a la inversión por dividendos.
Desventajas de la inversión en dividendo
En el lado negativo, estos son los puntos débiles de esta estrategia.
Los impuestos
Este es el principal hándicap de la inversión en dividendos: no aprovechan el diferimiento fiscal y rompen así el efecto del interés compuesto fiscal.
Cada vez que cobras un dividendo debes pagar entre un 19% y un 27% del dinero que cobras en el IRPF. Ese dinero que se lleva Hacienda no podrás reinvertirlo en otras acciones, algo que sí harías con vehículos más eficientes desde un punto de vista fiscal como los fondos de inversión (o empresas que no repartan dividendos).
Por ponerlo en contexto, imagina dos inversores.
Ambos invierten la misma cantidad inicial (10.000 euros) y obtienen la misma rentabilidad (10% anual). ¿Cuánto tendría cada uno al cambo de 25 años?
Inversor 1 (sin diferimiento) | Inversor 2 (con diferimiento) | |
---|---|---|
Capital acumulado | 52.835 € | 76.868 € |
Intereses generados | 52.882 € | 66.868 € |
Impuestos que pagas | 10.048 € | 14.260 € |
RENTABILIDAD REAL (tras impuestos) | 42.835 € | 52.807 € |
Por esto es importante saber cuántos impuestos pagas según cómo inviertes tu dinero.
A esto se añaden las cuestiones de la doble imposición. Muchas de las empresas en las que invierten los dividenderos son extranjeras y más concretamente estadounidenses. Esto hace que exista lo que se conoce como doble imposición sobre los dividendos.
El dividendo afecta al precio de la acción
Esta es una de las desventajas más polémicas de los dividendos. Y lo es porque tampoco existe una regla matemática que funcione el 100% de las veces, ni que sea totalmente precisa.
La teoría general dice que cuando una acción reparte dividendo, su cotización caerá en la misma medida del dividendo que ha pagado. En román paladino con el dividendo lo que haces es adelantar parte de las ganancias que recogerías si pudieses vender una parte de la acción, solo que con una fiscalidad algo peor porque tributa como rendimiento del capital mobiliario y no como ganancia o pérdida patrimonial.
Coste de tiempo
Esto es algo intrínseco a cualquier inversión que realices por tu cuenta, no solo a los dividendos. Si inviertes en acciones siguiendo una estrategia value, como Warren Buffett, te pasará lo mismo.
Salvo que te guste analizar empresas y dedicarle tiempo a la inversión, es un factor a tener en cuenta. Si algo no te gusta, o es muy rentable y no te queda más remedio que hacerlo, o terminarás dejándolo.
Hace falta mucho dinero para vivir de los dividendos
Esto aplica en realidad a cualquier inversión. Para vivir de las inversiones hace falta sumar un dinero importante como punto de partida.
A modo de ejemplo, con una rentabilidad del 6% por dividendo, necesitas 600.000 euros para generar 36.000 en dividendos. Y todo esto antes de impuestos.
Y también para diversificar tu inversión
Como en los dos casos anteriores, esto no sucede solo con los dividendos. En realidad, es lo que ocurre cuando inviertes en acciones de forma directa.
📌 Diversificar consiste en invertir en diferentes activos y sirve para reducir el riesgo. Es la traducción financiera del dicho de “no poner todos los huevos en la misma cesta”.
Aunque no existe un mínimo o máximo de acciones que necesitas tener en cartera, un estudio de 1977 calculó que a partir de 30 activos el riesgo no se reduce significativamente por diversificar más la cartera.
Sumar esos 30 valores puede suponer una enorme suma de dinero teniendo en cuenta que empresas como Johnson & Johnson cotizan a 164 dólares.
Por supuesto, es posible optimizar esa relación entre inversión inicial y diversificación a través de fondos de inversión al comenzar a invertir con esta estrategia.
Cómo invertir en dividendos
Ya conoces la teoría de la inversión en dividendos. ¿Cómo se puede llevar todo esto a la práctica? De forma muy resumida a través de la inversión directa en acciones o por medio de un fondo de inversión o un ETF.
📌 Un fondo de inversión invierte en una cesta de valores, en este caso de acciones que repartan dividendo. De hecho, puede hacerlo solo en los reyes del dividendo, por ejemplo.
Cada modelo tiene sus ventajas y desventajas. Además, puede ser más o menos adecuado según tus conocimientos, el tiempo del que dispongas, tu capacidad de ahorro y tu momento vital.
Esto es lo que debes saber de cada uno:
Ventajas y desventajas de comprar acciones con dividendo
La parte positiva es que:
- Tienes el control absoluto de la estrategia. Tú decides qué compras, cuándo y en qué medida. También qué hacer con los dividendos.
- Eliminas intermediarios y comisiones. Es una opción más económica.
La parte negativa es que:
- Necesitas más capital para diversificar.
- Te tomará bastante tiempo.
- Puedes caer en el error de comprar demasiadas compañías y tener una cartera difícil de manejar.
- Necesitas tener conocimientos financieros y saber analizar empresas (y te tiene que gustar).
Ventajas y desventajas de los fondos de inversión por dividendo
La parte positiva es que:
- Cuentas con un gestor que se encarga de seleccionar las empresas más adecuadas.
- Inviertes en un listado grande de empresas si lo que busca es solo la nobleza del dividendo.
- Gran diversificación con poca aportación inicial o periódica.
La parte negativa es que:
- No controlas tu cartera. Es el fondo quien decide en qué invierte.
- Tiene más costes porque hay que pagar a los gestores del fondo.
Invertir a través de un fondo puede ser una solución para empezar con esta estrategia mientras vas puliendo tus habilidades, cuando no tienes mucho capital de partida o estás en fase de acumulación.
La inversión por dividendo es una buena fórmula para vivir de las rentas financieras, pero si vas a ponerla en práctica al jubilarte, asegúrate de estar familiarizado antes de ese momento con ella.
2 Comments on “Inversión en dividendos: todo lo que necesitas saber”
Hola Luis,
Podrías decirnos nombres de fondos de inversión que distribuyan dividendos?
Gracias.
Un saludo
Buenas Carlos,
Lo cierto es que hay muchos fondos que distribuyen dividendos. Lo único que debes hacer es ver si en el nombre del fondo pone «Acc», que son de acumulación o «Dis», de distribución.
A partir de ahí, es cuestión de buscar fondos que incluyan la palabra «Dividendos» o «Dividends». Por ejemplo, uno de los últimos en salir ha sido el Baelo Dividendo Creciente que gestiona Antoinio Rico