¿Sabrías distinguir a un asesor financiero de un agente? ¿Y de un planificador financiero? Es fácil meter a todos los perfiles en el mismo saco cuando hablamos de asesoramiento financiero.

La realidad es que no todas las empresas que ofrecen servicios de inversión son iguales ni trabajan de la misma forma. De hecho, el título de asesor financiero está limitado a unos pocos profesionales. Para el resto, existen otras fórmulas de ofrecer servicios financieros, pero sin utilizar la denominación de asesor.

Quienes sí pueden utilizarla son las Empresas de Asesoramiento Financiero o EAF, que son las que de forma específica realizan esta labor. Saber en qué consiste una EAF, cómo funciona, sus ventajas y desventajas, te permitirá elegir y tomar decisiones informadas sobre quien gestiona tu dinero.

¿Qué es una EAF?

EAF es el acrónimo de empresa de asesoramiento financiero. Como explica la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), son un tipo de empresas de servicios de inversión que pueden ofrecer asesoramiento en materia de inversión a empresas y particulares.

En el caso de los ahorradores, esto se traduce en recomendaciones de inversión en diferentes productos financieros, que es en lo que consiste el asesoramiento financiero.

¿Puede una EAF gestionar el dinero de sus clientes? No, salvo que actúe bajo el paraguas de una entidad que sí pueda gestionar, es decir, invertir tu dinero directamente mediante un servicio de gestión discrecional de carteras.

Una EAF lo que puede es asesorar a empresas y particulares, no tocar su dinero ni invertirlo por ellos.

Pueden ser personas físicas o jurídicas

Una EAF puede ser un autónomo o una empresa, que es la diferencia entre persona física y jurídica. La segunda opción es la más habitual por cuestiones de requisitos para constituirse en EAF y la estructura que necesitan para operar.

Las empresas de asesoramiento financiero que actúan como empresas deben estar inscritas en el registro de EAF de la CNMV que puedes consultar aquí. 

Por parte, el registro de EAFN o Empresas de Asesoramiento Financiero Nacional recoge tanto a las personas físicas como jurídicas. En este enlace de la CNMV puede ver quiénes están dados de alta.

😱 Mira aquí lo que no te cuentan de los asesores financieros

No todas son independientes

¿Es lo mismo una EAF que una EAFI? El término EAFI se refiere a empresas de asesoramiento independiente y con la entrada en vigor de la normativa europea MiFID II se dejó de utilizar.

A día de hoy, todas las empresas de asesoramiento son EAF y ninguna debería llamarse a sí misma EAFI. Sin embargo, eso no quiere decir que todas las EAF sean independientes.

De hecho, la realidad es que muy pocas EAF cumplen los requisitos legales para poder decir que ofrecen asesoramiento financiero independiente de verdad.

¿Y cuáles son esos requisitos? Los más importantes pasan por:

• Trabajar con un sistema de arquitectura abierta. Es decir, poder ofrecer productos de varias entidades financieras.
• No cobrar comisiones de terceros por la venta de productos, es decir, lo que se conocen como retrocesiones.  

Además, el artículo 220 ter de la Ley del Mercado de Valores establece que el asesoramiento independiente es el que:

• Evalúa una gama de productos financieros suficientemente amplia como para atender las necesidades de su cliente. Esto puede hacerlo con producto propio o de terceros.
• No acepta ni retiene honorarios monetarios y no monetarios de terceros (no cobra retrocesiones por prescibir productos).
• Comunica claramente al cliente cualquier beneficio no monetario menor que perciba y que sirva para mejorar la calidad del servicio y no afecte a su obligación de actuar en el mejor interés del cliente.

Como consecuencia de lo anterior, un asesor independiente es el que cobra por sus servicios de asesoramiento. Cualquiera que no lo haga estará expuesto a tener incentivos para colocar uno u otro producto como fórmula para asegurar sus ingresos.

Para que lo entiendas mejor, imagina que la empresa A te paga 100 euros por cada persona que invierta y la empresa te paga 200 euros. ¿Cuál de los dos premiarías al presentar tu propuesta de inversión al cliente?

Eso es lo que ocurre con las retrocesiones en el asesoramiento financiero: son lo que se conoce como un incentivo perverso. Por eso mismo, los asesores financieros no pueden cobrarlas si son independientes.

Sí que pueden hacerlo en caso contrario, aunque deberán notificarlo al cliente.

No todas las EAF trabajan y cobran igual

¿De dónde gana dinero una EAF? Si no es independiente, una parte de sus ingresos pueden llegar de los pagos de terceros por colocar producto.

En el resto de casos, las EAF pueden optar por diferentes modelos como:

• Cobrar una comisión por éxito, lo que supone llevarse un porcentaje de las ganancias que generes con la inversión.
• Cobrar una comisión por gestión o servicios prestados, que suele variar entre el 0,5% y el 2,5%.
• Cobrar una tarifa fija por los servicios de asesoramiento que, además, estaría sujeta al pago de IVA.

Tienen que cumplir ciertos requisitos

Más allá de los requisitos para ser una EAF que ofrece asesoramiento independiente, todas las empresas deben cumplir una serie de condiciones para poder operar.

Son los siguientes: 

• Estructura, medios técnicos y humanos suficientes para la escala de su actividad.
• Departamento de atención al cliente (propio o delegado).
• Departamento de control de riesgos y auditoria (propio o delegado).
• Registro sobre la información de clientes y políticas de conflicto de interés.

A efectos prácticos, para ser una EAF es necesario aportar un capital inicial de 75.000 euros y adherirse al Fondo de Garantía de Inversiones (FOGAIN). Además, también hay que registrarse en la CNMV.

El asesoramiento es personal, la cartera de inversión, no siempre

Esto es algo que comparten muchos de los servicios de gestión patrimonial y asesoramiento financiero.

El asesoramiento y el trato que recibes es 100% personal, con una persona que estudiará tu situación financiera, tus objetivos de inversión y tu perfil como inversor.

A partir de ahí, la cartera en la que inviertas puede que no lo sea tanto. Muchos asesores terminan trabajando con carteras de inversión comunes para diferentes perfiles de inversor. Es decir, crean una cartera tipo que sirve para un perfil moderado y, si es el tuyo, es lo que te recomienda.

Es algo así como un fondo de inversión perfilado, solo que con un seguimiento más personalizado.

Esta fórmula no tiene por qué ser mala ni algo negativo. La realidad es que la mayoría de nosotros encajamos en uno u otro perfil como inversores porque nuestro horizonte temporal, metas y aversión al riesgo es simular al de otras personas. Una cartera bien perfilada será igual de efectiva que una 100% personalizada en la mayoría de casos.