El sector bancario está atravesando un cambio radical en cuanto a su organización. Por un lado, observamos las fusiones que están protagonizando los principales bancos españoles. Tal y como anunció el Banco de España, se mantendrán las condiciones en los productos contratados como las hipotecas, sin embargo las condiciones de los productos de duración indefinida, como tarjetas y cuentas, podrán variar.
Ya estamos observando esta consecuencia con la subida de comisiones en estos productos o la obligación de contratar diversos productos para evitar pagar comisiones. Esta reacción está generando descontento entre los españoles. Según la última encuesta realizada por ID Finance, la FinTech de más rápido crecimiento en España, uno de cada cuatro personas está descontenta con su entidad bancaria.
En este mismo estudio, un 77% de los encuestados reconocía que estaría dispuesto a utilizar herramientas online para gestionar sus finanzas. Y este es, precisamente, el cambio de paradigma del sector bancario: el trasvase de clientes que va desde entidades tradicionales a nuevas entidades basadas en la banca online motivado, precisamente, por las comisiones impuestas, por los costes de mantenimiento o por la facilidad que ofrecen las nuevas tarjetas online de poder aplazar pagos diarios.
Sin embargo, hace un tiempo, se detectaba, como freno a este trasvase, las dudas que existían entre ciertas personas en cuanto a la seguridad de las cuentas online. Nada más lejos de la realidad. Neobancos y FinTech cumplen todos los requisitos necesarios para asegurar el dinero de sus clientes. Se resumen rápido: si una entidad no cumple con los criterios de seguridad establecidos, no podrá operar como servicio bancario.
¿Cuáles son estos criterios? Alessandro Ceschel, CMO de Plazo, explica que los criterios por los que se rige toda entidad que quiere operar online “están regidos por la normativa PSD2, la segunda normativa de medios de pago que ordena la forma de hacer pagos online de una forma segura. A partir de este 2021, las entidades deben reforzar la seguridad exigiendo a los clientes al menos dos formas de autenticación para realizar transacciones”.
En este sentido, añade que, en su caso, “Plazo ofrece una cuenta con IBAN español y una tarjeta online totalmente seguras”. Para ellos, “la seguridad es un compromiso con los cliente y sus finanzas, es la prioridad número 1”.
Entre los recursos desarrollados para asegurar las finanzas de los clientes, existen mecanismos de obligado cumplimiento como el SCA (Strong Consumer Authentication, de sus siglas en inglés) o autenticación reforzada de los clientes .
Se trata de un paso previo al pago online que se aplica en el Espacio Económico Europeo y que está recogido en la PSD2. A partir de este requisito, los clientes deben proporcionar dos formas de identificación a su entidad bancaria cuando paguen. Con ello, el banco puede comprobar la autenticidad de los clientes utilizando 2 factores de las 3 posibilidades que tiene a su disposición: la contraseña que conoce el cliente, el móvil del cliente, o la identidad del cliente mediante huella dactilar o rostro. Sin comprobar dos de estos requisitos no se puede avanzar en toda gestión de pagos online.
Desde Plazo, Alessandro Ceschel comenta que, “además de los sistemas tecnológicos de seguridad desarrollados para evitar suplantaciones de identidad, está en la mano del cliente evitar peligros.” Por eso, desde la nueva tarjeta gratuita han elaborado una serie de recomendaciones que pueden seguir sus usuarios:
- Acceder siempre desde la aplicación móvil: en el caso de Plazo desde la app que está disponible para los clientes y con la que pueden gestionar de una forma fácil y segura sus finanzas diarias.
- No compartir con nadie los códigos de acceso que envía el servicio bancario por SMS. Puede ser una manera de entrada a las cuentas personales para aquellos que quieren suplantar la identidad de los clientes.
- No compartir datos personales o de la tarjeta por WhatsApp, email, SMS o teléfono. Es otra de las formas por las que se pueden sustraer datos personales.
- Desde Plazo explican que ellos no piden nunca a los clientes que paguen nada por pedir una tarjeta, ya que el proceso es siempre gratuito.
- Para contactar con el equipo del servicio bancario, es importante hacerlo siempre desde la web oficial o la app.
- No publicar nunca datos personales sensibles como DNI/NIE, número de teléfono o número de tarjeta en páginas web o redes sociales.
- Acceder a las cuentas de los servicios bancarios siempre desde una conexión segura como los datos móviles, el wifi de casa o una VPN, pero nunca desde una conexión compartida como pueden ser aeropuertos o cafeterías.
- Ponerse en contacto con el servicio bancario siempre que llegue un mensaje sospechoso y nunca a través del enlace que figure en dicho mensaje.