Un 72,3% de los españoles cree que cobra menos de lo que merece según un estudio de Adecco y les gustaría mejorar su sueldo. Pero una cosa es pensar que tu salario es bajo y otra cosa bien diferente es que esa percepción se ajuste a la realidad.
Si quieres averiguar si estás bien o mal pagado hay nueve signos que te dirán si cobras menos de lo que mereces y deberías empezar a pensar desde ya mismo en pedir un aumento de sueldo o cambiar de empresa.
ÍNDICE
- 1 Los números son claros: el salario medio de tu sector es superior
- 2 Cobras menos que otros compañeros que no rinden tanto como tú
- 3 Empezaste a trabajar con un sueldo inferior a la media
- 4 Nunca has tenido que negociar tu salario ‘de verdad’
- 5 La empresa ha despegado pero tu salario no
- 6 La empresa busca perfiles similares al tuyo y ofrece más dinero del que cobras
- 7 Tienes más responsabilidades, pero el mismo salario
- 8 La rotación en tu empresa es elevada
- 9 Has adquirido nuevas habilidades y sigues cobrando lo mismo
Los números son claros: el salario medio de tu sector es superior
La ventaja de los números es que no van a engañarte. Si el sueldo medio dentro del sector para una posición como la tuya es mayor, eres un infrasalariado. Para dar con esa cifra puedes usar herramientas como Tusalario.es, Esperteer y Salary.com o Payscale.com. Estas páginas pueden servir como primer punto de aproximación, pero tienen un problema: la mayoría toman datos de Estados Unidos, por lo que sólo te servirán para multinacionales.
En el resto de casos puedes usar tres fuentes adicionales: consultar con un reclutador o head-hunter, consultar con conocidos que trabajen en otras empresas (preferiblemente del mismo sector) y rebuscar en los anuncios de Infojobs y el resto de portales de empleo.
Cobras menos que otros compañeros que no rinden tanto como tú
Lo primero que suelen tratar las empresas, especialmente las pyme, es mantener un cierto hermetismo sobre los sueldos de la empresa para evitar comparaciones. Si crees que cobras menos que tus compañeros, habla con ellos para averiguar su salario. En caso de que ellos progresen y tú no lo hagas puede ser que no estés sabiendo dar visibilidad a tu trabajo o que te hayan encasillado dentro de la empresa.
Empezaste a trabajar con un sueldo inferior a la media
Los MBA y graduados en épocas de crisis cobran como poco un 9% que los que lo hacen en tiempos de bonanza. El motivo de este desfase salarial es que entraron en el mercado en un mal momento, su salario de partida fue menor y, por lo tanto, también su progresión. De media, tardarán 10 años en cubrir esa brecha y en la mayoría de casos lo harán con cambios de empresa. Y es que la mayoría de compañías percibe los aumentos salariales no como una cifra concreta, sino como un porcentaje en función del salario anterior.
Para que lo entiendas mejor, si empezaste ganando 12.000 euros para un trabajo de 20.000 euros de media en el sector porque estabas necesitado, no esperes que al cabo de un año te suban hasta los 18.000 euros a no ser que seas imprescindible. Estás hablando de cerca de un 50% de lo que ganas, un aumento estratosférico. Por eso mismo es tan importante saber negociar tu salario.
Nunca has tenido que negociar tu salario ‘de verdad’
Si llevas toda tu vida en una misma empresa (espcialmente si empezaste como becario) o siempre has estado conforme con lo que te han ofrecido, es fácil que cobres menos de lo que mereces.
Negociar es un arte y generalmente la persona encargada de revisar tu salario está mucho más acostumbrada que tú a hacerlo.
La empresa ha despegado pero tu salario no
Si la empresa va bien pero tu situación no ha cambiado tienes un buen argumento para pedir un aumento de sueldo.
La empresa busca perfiles similares al tuyo y ofrece más dinero del que cobras
Este es un signo obvio pero que puede pasar desapercibido. El motivo es que muchas personas que no están satisfechas con su salario tampoco hacen sus ‘deberes’ de informarse sobre nuevos puestos vacantes en la empresa.
Tienes más responsabilidades, pero el mismo salario
Añadir más carga de trabajo y responsabilidades a tus funciones es una buena forma de progresar profesionalmente en la empresa. Sin embargo, si pasado un tiempo éstas no se traducen en un aumento salarial, ten claro que no estás cobrando lo que te mereces.
Si además te han ascendido a un nuevo puesto, no necesitas darle más vueltas: tu salario es menor de lo que debería.
La rotación en tu empresa es elevada
Hay un elemento laboral que toda empresa controla: su tasa de rotación. En otras palabras, cuánto dura un empleado dentro de la compañía y en qué circunstancias se cambia. Si la tasa de sustitución de tu empresa es alta pese a haber un buen ambiente o una buena cultura laboral, esto quiere decir que existe un problema salarial. En otras palabras, hay empresas que pagan mejor u ofrecen mejores oportunidades de desarrollo profesional.
Has adquirido nuevas habilidades y sigues cobrando lo mismo
Un salto cualitativo en tu formación debería tener su reflejo en tu salario. Si has adquirido nuevas competencias, especialmente si son vía máster, que pueden ayudar a la empresa, tienes un buen motivo para solicitar un aumento de sueldo.
Empieza por averiguar el salario medio de un profesional con tus nuevas atribuciones. De hecho, esto es algo que deberías hacer antes incluso de apuntarte a ese máster que quieres hacer. Con los números claros, pide una reunión a tu jefe para tratar la cuestión.
En cualquier caso, la clave está en no arrugarse. Si crees que cobras menos de lo que mereces, pide un aumento ofreciendo argumentos sólidos. Una buena noticia, según un estudio de PayScale un 75% de las personas que lo solicita, termina consiguiéndolo. Aquí te damos dos trucos para mejorar tu salario.
Y si pese a todo te quedas sin cobrar más, no te preocupes. En este artículo te damos la clave para crear tu propio aumento laboral.