Si convertirte en propietario de una vivienda es tu mayor ilusión lo primero que debes hacer es sentarte para hacer números. En un post anterior ya explicamos cómo comprar casa sin hipotecarte la vida, pero es que adquirir un piso va mucho más allá del préstamo.
Tener una casa no sale gratis. Además de la hipoteca incluye una serie de gastos financieros y también una serie de costes profesionales y personales. Se trata de la decisión económica más importante en la vida de una persona y por eso nunca está de más tener muy claro lo que realmente compras cuando adquieres una vivienda.
ÍNDICE
El coste financiero de ser propietario
Toda vivienda exige un dinero para su mantenimiento, no importa si es en alquiler o en propiedad. Lo que sí cambian son las cantidades y conceptos, que en el primero de los casos pueden llegar a dispararse.
Al comprar casa te comprometes a pagar la hipoteca, pero también una serie de impuestos aparejados a la vivienda.
IBI. El IBI es el Impuesto sobre Bienes e Inmuebles y se paga a los Ayuntamientos, que tienen potestad para establecer sus propias cuotas entre el 0,4% y el 1,1% del valor catastral de la casa. También pagarás IBI por la plaza de garaje. Aunque varía mucho en función de cada ciudad, podría cifrarse en torno a los 750 euros de media.
Tasa de Basuras. Sirve para financiar el servicio de recogida de residuos y al tratarse de una tasa, el coste total nunca puede superar al precio total del servicio -un ayuntamiento no puede obtener beneficios por las tasas-. No se aplica en todas las ciudades y por ejemplo Madrid lo eliminó en 2015, pero hasta entonces la media de pago era de 80 euros.
Tasa del Agua. Esta tasa se paga por tener acceso a agua potable y es más común en los municipios donde el líquido elemento es un bien escaso o que necesitan labores especiales de mantenimiento. En ocasiones será la comunidad de propietarios quien se haga cargo de la tasa aplicada a todo el edificio.
Además de los impuestos, como propietario de una casa también tendrás otros gastos anuales a tener en cuenta.
Comunidad de propietarios. Es obligatoria y sirve para sufragar los gastos de la comunidad. El coste concreto dependerá de los servicios que ofrezca la casa, pero es posible cifrarla en torno a 100 euros, a los que habría que sumar posibles derramas extraordinarias por imprevistos y que podrían ser cercanas a los 150 euros al año.
Seguro de la vivienda. El seguro de vivienda no es obligatorio salvo el de incendio para casas con hipoteca. Sin embargo, sí que es recomendable contar con una póliza para atender cualquier problema que pueda surgir en la vivienda. Su coste dependerá de los capitales que asegures, especialmente del contenido. Podemos hablar de cerca de 200 euros al año.
Reparaciones y desgaste. Cuando eres propietario, si se estropea cualquier elemento en la vivienda serás tú quien tenga que pagarla, lo que incluye desde las cañerías hasta la mesa del comedor. Toda vivienda se desgasta y eso tiene un coste en términos económicos. En el caso del alquiler, éste se denomina amortización del inmueble, que se puede restar al dinero obtenido por el arrendamiento al hacer la declaración de la renta y es un 3% del valor catastral sin incluir el valor del suelo.
Hipoteca. Como es lógico, si acabas de comprar tu casa tendrás que pagar la hipoteca. La cuantía oscila desde los 500 euros de media para viviendas protegidas hasta los 750 euros.
Suministros del hogar. Agua, gas y electricidad son imprescindibles y tendrás que pagarlos cada mes. En este caso es complicado establecer un precio medio, ya que dependerá del tipo de vivienda y el tiempo que se pase en casa, pero podríamos hablar fácilmente de 70 euros mensuales en su conjunto. En esta línea, herramientas como Fotofactura te ayudarán a no pagar más de la cuenta.
En total, el coste de ser propietario de una vivienda ascenderá a cerca de 1.020 euros al mes.
Dentro del precio real de ser propietario también hay que incluir lo que se conoce como el coste de oportunidad, que representa las posibilidades que se dejan escapar por tomar determinada situación. En el caso de la vivienda, existe un coste de oportunidad profesional y otro financiero. Este último viene determinado por la rentabilidad que podrías haber obtenido por tu dinero en caso de no haberlo destinado a la hipoteca y haberlo invertido.
Coste profesional de tener casa
Más allá de los números, comprar una casa también tiene una serie de costes profesionales. Dicho de otra forma, si eres propietario estarás mucho más condicionado a la hora de valorar ofertas laborales y perderás posibilidades de mejora.
Imagina que te ofrecen viajar al extranjero o a otra ciudad. Con una hipoteca será mucho más difícil decir que sí, ya que tendrás un enorme lastre económico y personal que condicionará tu decisión. Ten en cuenta que en España se tarda una media de tres meses en vender un piso y que para ponerlo en alquiler necesitarás también por lo menos un mes.
Tener casa en propiedad puede incluso truncar un cambio de trabajo dentro de la misma ciudad, especialmente cuando se trata de una gran urbe donde los desplazamientos pueden suponer hasta más de dos horas al día. Si tienes casa en propiedad es más complicado que aceptes una oferta en la otra punta por el tiempo que tendrás que invertir en llegar a la oficina, algo que no ocurriría si vives de alquiler y sabes que puedes mudarte si lo deseas.
Coste personal de tener casa
Ser propietario también tiene un coste personal. Los seres humanos nos aferramos a los lugares de los que atesoramos buenos recuerdos y generalmente nos cuesta abandonarlos. Además, el hecho de que sea tu casa hará que le otorgues un valor económico superior al que tiene y por lo tanto puede condicionar tus decisiones.
Y es que tendemos a dar un valor diferente a los bienes en función de si son nuestros o no. Siguiendo con el ejemplo de la vivienda, la casa que por 200.000 euros te parecía cara a la hora de comprar tendría un valor superior si fuese tu vivienda. Es más, si comprases esa vivienda por 200.000 euros en un plazo corto de tiempo pasaría a valer más de esa cantidad en tu cabeza. Por eso mismo nos cuesta tanto desprendernos de las cosas y más de las casas. Un caso típico es de la vivienda heredada por varios hermanos. Cuando era de su madre valía 100.000 euros y no verían mal si la hubiese vendido por menos, pero en cuanto es de su propiedad debe venderse por 110.000 euros y siendo además generosos.
A esto hay que añadir el coste adicional de no tener una casa adaptada a tus necesidades. Este es un error muy típico de los españoles que además incide directamente en el precio de la vivienda. El mayor exponente son los matrimonios con hijos mayores que siguen teniendo casas de tres dormitorios en propiedad y viviendo en ellas ‘por si los niños vuelven’ o porque les cuesta desprenderse de sus recuerdos. El precio económico de esta actitud es evidente, ya que se dispararán los costes de mantenimiento y suministro energético por una casa que en realidad no necesitas.
Tener casa sin que te abrumen los gastos y sin hipotecar tu vida
Tener casa no es barato, pero tampoco quiere decir que debas vivir como un hermitaño. Si eres capaz de gestionar bien tus finanzas puedes ahorrar para perseguir tus metas financieras y comprar casa.
La clave está en saber cómo hacerlo. En este curso gratuito aprenderás cosas como a aprovechar tu casa para tener una jubilación mejor.
Pero lo más importante, empezarás a gestionar mejor tu dinero y a ahorrar. ¿Tienes casa? No dejes que se coma tu presupuesto. ¿Quieres comprártela? Consigue juntar el dinero suficiente para no hipotecar tu vida.
Quiero empezar a ahorrar
3 Comments on “El coste real de ser propietario de una vivienda”
Tu no tengas na que ya lo tendré yo y te iré diciendo o que tienes que hacer
Hola Soy jose manuel y estaria interesado en un Asesoramiento Economico, os envio los datos. Saludos.
Buenas Jose Manuel,
Puedes concertar una reunión con un asesor experto a través de este enlace.