“Para vosotros, jugadores”, este es el leitmotiv de la campaña de Sony con su Play Station 4. Era uno de los lanzamientos más esperados del sector y casi un año después de aterrizar en España todavía sigue siendo el oscuro objeto de deseo de muchos jugadores.
Si eres de los que sigue anclado en el mundo PS3 seguro que ya has pensado más de una vez en dar el salto y ahora que llegan las fiestas navideñas la idea ha vuelto a rondarte la cabeza. Su precio de entre 320 y 370 euros hace que se trate de una compra asequible y que incluso se puede hacer ‘casi sin pensar’, pero ¿merece la pena hacerlo? ¿Cómo tomar la decisión correcta desde el punto de vista financiero?
Toda compra se puede analizar desde la perspectiva financiera tanto para decidir si puedes o no comprarla como si debes o no hacerlo. ¿En el caso de la PS4? La primera pregunta que debes hacerte es si tienes o no el dinero para comprarla. En caso de que la respuesta sea negativa, la conclusión lógica es que no debes hacerte con la videoconsola por más que en la tienda te ofrezcan financiación o la posibilidad de comprarla a plazos.
¿Por qué no endeudarte para comprar la consola? Es fácil pensar que la cantidad no es elevada y que se devolverá en poco tiempo. Con un crédito rápido puedes conseguir ese dinero en menos de 24 horas y devolverlo en 30 días, pero por 350 euros terminarás pagando 460 o, lo que es lo mismo, un TAE del 3752%. Hay otras alternativas como la de Cofidis donde puedes conseguir 500 euros y devolver en 12 meses 588 euros a un TAE del 24,51%.
Con cualquiera de las dos opciones terminarás pagando un sobreprecio por una consola, un activo que a priori no va generarte ningún ingreso y que, además, irá perdiendo valor con el paso del tiempo. En otras palabras, deuda mala, aunque como ya sabes toda deuda implica un riesgo.
Pero incluso a un TAE del 0%, que no generaría intereses, comprar la PlayStation 4 a plazos seguiría sin ser una buena opción. Si la tienda te ofrece abonar 25 euros al mes durante 10 meses o 50 euros en siete, también sería mejor rechazarlo.
En este caso no habría un sobreprecio, pero puestos a destinar un dinero mensual a pagar la consola es mejor preahorrarlo o sumarlo al dinero que ya preahorras. De esta forma, cuando ya hayas juntado el dinero para la consola es más fácil que mantengas el hábito de ahorrar, pero sobre todo habrás dejado pasar un tiempo suficiente para recapacitar acerca de si quieres o no la videoconsola, de si con la PS3 es suficiente o necesitas algo más.
El paso del tiempo también será tu aliado. La Play Station 5 o la nueva consola de turno no van a salir en 10 meses, pero sí es posible que en ese tiempo se presente alguna nueva versión que haga bajar el precio de la consola original o que puedas encontrarla de segunda mano a un coste algo más rebajado.
El gran hándicap de las consolas en este punto es que, a diferencia de otros productos como por ejemplo los coches, su ciclo de precios es más largo y tardan más en perder valor. De hecho, pueden incluso ganarlo en situaciones concretas como las ediciones limitadas. Las videoconsolas tardan bastante en depreciarse, de forma que es posible venderlas al cabo de poco tiempo asumiendo una pequeña pérdida.
Además, en época de lanzamiento es más fácil revender el aparato comprado hace poco por el mismo precio e incluso uno mayor si se han puesto a la venta un número limitado de unidades. Del mismo modo, si hay un mal momento para vender tu vieja consola pero bueno para comprar es con los nuevos lanzamientos. Siguiendo con el ejemplo anterior, hay muchos jugadores para los que estar a la última es fundamental y que venderán su ‘vieja’ PS4 para poder comprar la nueva versión, algo también muy habitual en el mundo de los teléfonos móviles.
Teniendo en cuenta que las consolas se actualizan cada año y medio aproximadamente, cerca de Navidad de 2016 puede ser un buen momento para comprar una PlayStation 4 con descuento, tanto de segunda mano como de primera.
¿Debes comprar la Play Station 4? Si llegado ese momento has ahorrado ese dinero, tener la consola sigue encajando dentro de tus objetivos vitales y además preahorras todos los meses, no será una decisión buena o mala desde el punto de vista financiero, sino una forma más de disfrutar de tu camino hacia la libertad financiera. Si además te permite gastar menos en ocio por los días que te quedarás jugando en casa, eso que saldrás ganando.
Descubre cómo comprar lo que quieras son remordimientos.