Sergi Benet es un ejemplo de cómo es posible crear una empresa y una marca de éxito desde cero. Co-fundador de Meller, Sergi nos cuenta este camino, cómo gestiona sus finanzas personales y qué está haciendo para aumentar su libertad financiera.
Empecemos por el principio, Sergi Benet es uno de los co-fundadores de Meller. Lanzasteis el proyecto muy jóvenes, casi nada más terminar la carrera ¿Cómo surge la idea? ¿Podrías resumirnos el proceso?
Remontándome muy al principio, mis socios y yo tuvimos una primera experiencia juntos en el mundo emprendedor de la mano de BBVA, PwC y ESADE. En un proyecto llamado “Momentum Project” que consistía en ayudar a emprendedores con una fuerte vertiente social a captar financiación, de BBVA en este caso, que invertía hasta 6M de € repartidos entre los 10 proyectos finalistas.
Después de varios meses viviendo el día a día de otros emprendedores, decidimos enfocar nuestros siguientes pasos a montar nuestro propio negocio. Eso nos llevó a querer probarnos a nosotros mismos y acabar en una incubadora de startups en la otra punta del mundo; Kuala Lumpur.
Allí estuvimos trabajando con varios emprendedores de todo el mundo que buscaban crear negocios basados en internet y el mundo online. Durante varios meses estuvimos aprendiendo y finalmente nos lanzamos a crear nuestra propia marca de gafas de sol. Elegimos este producto porque buscábamos algo que cumpliera con ciertas premisas adecuadas para la venta online. Queríamos que fuera un producto unisex, sin tallas, pequeño/ligero y que tuviera suficiente margen para poder invertir en marketing digital. Las gafas de sol fueron claras vencedoras, sobretodo por el hecho de que había un claro oligopolio (por no decir monopolio) de un player inmenso y otros dos algo más pequeños que dominaban el mercado. El resultado de este oligopolio, es que raramente te podías comprar unas gafas de sol por menos de 100€ en 2014 cuando empezamos. Nosotros vimos que nuestro modelo de negocio se aguantaba perfectamente reduciendo el precio casi a una tercera parte, vimos que podíamos aportar valor y decidimos lanzarnos.
En enero 2014 empezamos a redactar nuestro plan de negocio, en febrero estábamos recibiendo muestras, en marzo registramos la marca, en abril fundamos la empresa y en mayo nos llegó a Barcelona el primer pedido, que empezamos a vender directamente a amigos y familiares en un pequeño taller de bicis que tenía mi padre en Barcelona. Con el dinero de esas primeras ventas, creamos la página web en junio 2014 y empezamos a invertir en marketing digital nosotros mismos 40€ al día.
Ya han pasado más de cuatro años desde que fundasteis Meller ¿Cuáles fueron las tres cosas que volverías a hacer exactamente igual? ¿Y las que cambiarías?
Las 3 cosas que volvería a hacer; empezar con mis socios actuales, meter la misma pasión y dedicación que le metí y por último, darle la importancia que se merece al equipo.
Fichar a las personas clave suele ser lo más importante cuando empiezas un negocio y, tenerlo claro desde el principio, fue clave para crecer de manera saludable. Y cuando hablamos de personas, nos referimos también a soft skills alineadas con la cultura de la empresa, no solo a las habilidades técnicas que requiere una posición, ya que es muy probable que los primeros meses de vida, el equipo se convierta más en una familia o grupo de amigos que pasarán por muchas cosas juntos, que en una simple posición laboral.
Las 3 cosas que cambiaría; nuestra manía de no pedir ayuda nunca, querer minimizar costes contratando el gestor/contable más barato de la ciudad (o hacerlo todo nosotros mismos) y el intento de lanzar la marca en un mercado totalmente diferente a los pocos meses de crear la empresa. Este último casi nos cuesta el cierre.
¿Cuál sería el principal error de los emprendedores que has conocido, el más repetido?
Los errores que más he visto están relacionados con temas financieros y de caja. Subestimar los costes de adquisición online, un excesivo optimismo en ventas, márgenes utópicos o no tener bien controlado el flujo de efectivo, son problemas que pueden convertir tu día a día en un infierno.
Se tiende a pensar que los empresarios y emprendedores tienen un sentido de la gestión financiera y la necesidad de ahorrar más afilado ¿Realmente es así? ¿Cuál es tu visión sobre el ahorro?
Mi experiencia personal me lleva a pensar que sí. Es un tema de sentido común y supervivencia. Un trabajador con un salario fijo a final de mes, sabe que va a cobrar una cifra determinada cada mes y, si además es indefinido, sabe que incluso si le echan, seguiría cobrando una cantidad mensual, por lo que vive con más seguridad de que en el corto plazo no dejará de ingresar dinero.
Un empresario, emprendedor, freelance… puede que unos meses cobre bien, puede que vengan temporadas peores y deje de cobrar de golpe o puede que incluso tenga que reinvertir en el negocio para pasar una mala época. La incertidumbre es mucho más alta e inmediata. La situación puede cambiar literalmente de un día para otro. Esto suele llevar a un estilo de vida más frugal hasta, al menos, conseguir un pequeño colchón de seguridad, tarea nada fácil al principio.
¿Te ha ayudado tu historia como emprendedor a gestionar mejor tus finanzas? ¿Podrías darme tres aplicaciones prácticas que hayas aprendido?
Sí, mucho. Desde pequeño ya era ahorrador y ya en el colegio empecé a crear mi propio excel de control de gastos, pero el hecho de emprender me ha llevado a volverme más meticuloso, a elaborar presupuestos personales, planes financieros con mucha más visión a largo plazo, escenarios según acontecimientos, etc. A efectos prácticos, tratarme a mí mismo como si fuera una empresa.
En primer lugar, el control de mis finanzas teniendo en cuenta las 4 partidas clave: ingresos, gastos, activos y pasivos. De esta manera soy muy consciente de la realidad. Lo normal es que vivamos endeudados y a veces esto puede distorsionar la percepción del dinero que tenemos. Si me compro un coche que vale 15.000 €, como no los tengo, si tengo un sueldo me lo van a financiar en el mismo concesionario y pagaré una cuota mensual de, pongamos 300€. Dejando de lado tema intereses, si yo en el banco veo que tengo 5.000€, aunque sólo pague 300€ mensuales por el coche, mi patrimonio neto real será negativo (-10.000€) porque tengo una deuda con el concesionario de 15.000€. Esto que parece tan sencillo y que en general, todo el mundo sabe, se acaba olvidando. Y cuando la gente ve esos 5.000€ en el banco, la percepción es de que tiene ese dinero y puede gastarlo, pero no es así.
Hacer un seguimiento y control de las finanzas personales teniendo en cuenta activos y pasivos, te hace tomar conciencia de la realidad. Y para mi ha sido clave desde que empecé a hacer seguimiento de mis finanzas personales de manera más exhaustiva. Siempre había controlado ingresos y gastos, pero no fue hasta más tarde que empecé a tratarme a mí mismo como si fuera una empresa.
En segundo lugar, la tesorería. Cuando tienes una única fuente de ingresos estable y pocos gastos, no es complicado, pero cuando vas justo y tus ingresos no son constantes, el control de tu tesorería se vuelve de vital importancia, igual que en una empresa. En el ámbito de las finanzas personales, pagos como el de los seguros, impuestos, vacaciones, suelen ser puntuales que requieren de un gran desembolso en un momento determinado. Si vives al día, no sólo te pueden tumbar los imprevistos, sino que a veces nos olvidamos de que en algún momento del año tendremos un desembolso muy fuerte, que pese a estar totalmente previsto “en teoría”, nos puede pillar sin el efectivo necesario. Para evitarlo, lo que solía hacer era dividir el importe entre los meses que me quedaban hasta el día del pago y apartar una cantidad mensual que sabía que sería exclusivamente para cubrir ese importe.
Por último, la planificación a largo plazo. Antes, raramente iba más allá de un mismo año o los meses siguientes. Solía tener en cuenta los gastos más importantes y lo que estimaba que tendría ahorrado a final de año. Actualmente, tengo estimaciones con 3 escenarios de ahora hasta los 90-100 años que voy revisando. Igual que se suele hacer en una empresa, escenario optimista, neutral y pesimista, te permite estar preparado y tener siempre un plan B por si las cosas no salen como esperabas.
En este sentido, es fácil pensar que las finanzas personales del emprendedor serán igual de boyantes que su negocio ¿Realmente es así con la mayoría de emprendedores?
Puedo hablar de mi experiencia propia y la de emprendedores cercanos y la respuesta es no. Una empresa es compleja y detrás de cada venta hay mucho trabajo y muchos costes asociados. Mucha gente cree que la facturación es casi igual a lo que se meten en el bolsillo los emprendedores y nada más lejos de la realidad. Recuerdo en nuestro tercer año, cuando llegamos a superar la barrera de los 4M de €, que más de una persona nos llegó a preguntar si habíamos llegado a ingresar cada uno de los 3 fundadores 1M de € en nuestra cuenta particular. Para algunos, de los 4M de €, lo que parecía normal es que una cuarta parte fuera para cubrir costes y que el resto fuera para los fundadores. Cuando se enteraban de que nuestro sueldo era de 1200€ mensuales, el shock era bastante importante. Concretamente, durante el primer año cobramos literalmente 0€, el segundo año, nos pagamos un sueldo mensual de 700€ mediante la devolución de nuestra inversión inicial y el tercer año, cuando ya habíamos superado la barrera de los 4 millones de euros, nos subimos el sueldo hasta los 1200€ mensuales. Buscábamos el máximo crecimiento posible del negocio, por lo que todo lo que podíamos lo reinvertíamos en el equipo, en marketing digital y en maneras de mejorar la empresa.
Para entender mejor esto, recomendaría un libro que me recomendó una persona que admiro mucho; Ownership Thinking.
En tu caso concreto ¿Cuál es tu libertad financera actualmente?
Con mi nivel de gastos actual, mi libertad financiera sería de unos 16 meses.
¿Qué haces para aumentar tu libertad financiera, además de tu negocio?
Actualmente dedico la mayor parte de mi tiempo a Meller, pero cuando no estoy trabajando, me estoy formando en temas de inversión para lograr sacar partido a mis ahorros. Invertí en bolsa por primera vez con 17 años, poco antes de la crisis del 2008. Viví en primera persona la caída del mercado con todos mis ahorros de la infancia. Salí por patas durante unos años hasta que empecé a formarme de nuevo y volví a atreverme por otras vías alternativas a la bolsa.
Empecé de nuevo vía temas de crowdlending hace unos años, luego ETFs, fondos indexados, crowdequity, fondos de gestión activa, startups y casi todo lo que puedas encontrar en internet relacionado con la inversión. Invertí también en criptos y caí también en algún que otro chiringuito financiero. Siempre con pocas cantidades, pero me gusta probarlo todo. Actualmente estoy también explorando el mundo inmobiliario, pero tiene una barrera de entrada muy difícil de sortear con poco capital.
¿Cuáles son tus 3 libros de cabecera como emprendedor? ¿Y cómo ahorrador?
No tengo unos libros de cabecera, pero algunos que me han gustado y recomendaría leer han sido;
- «Shoe Dog», del fundador de Nike, explica cómo empezó todo y la cantidad de problemas que vivió el fundador como emprendedor hasta llegar a crear una de las marcas más conocidas del mundo. Como cofundador de MELLER, me he sentido muy identificado con varias experiencias por las que pasó el fundador de Nike. Está muy bien escrito y es muy inspirador.
- «Ownership Thinking», ideal para entender cómo funciona una empresa y que de una facturación de 1M de € lo más probable es que no salgan 500.000€ de beneficio.
- «El hombre más rico de Babilonia», muy enfocado al ahorro y la inversión.
- «Unshakeable», también relacionado con la inversión con ejemplos reales.
- «Bola de nieve», de Warren Buffett, haciendo especial hincapié en la emprendeduría y el potencial del interés compuesto.
Por último, mal que me pese, porque cada día me gusta menos su autor, «Padre rico, padre pobre» es un libro que hizo una gran labor en su día y fue de los primeros en hacer comprensible para todos los públicos el concepto de activos y pasivos.
One Comment on “«Mucha gente cree que la facturación es casi igual a lo que se meten en el bolsillo los emprendedores y nada más lejos de la realidad»”
Post como estos son grandes aportes para emprendedores como nosotros, nos motivan a seguir y a no darnos por vencidos. muchas gracias! Soy un empresario español con una empresa que a través de soluciones tecnológicas, previenen los casos de corrupción y promovemos culturas organizacionales más éticas. Para multiplicar mi inversión, decidí aperturar una cuenta Offshore en Suiza, después de mucha investigación me puse en las manos de una empresa Suiza que se llama Foster Swiss, de los mejores consultores. Hicieron todo el proceso a distancia y en tiempo récord. Ojalá podamos seguir creciendo juntos y que les sirva este aporte.