Charlie está detrás del canal de Youtube y programa de Podcast de «Magnates del ladrillo» y acaba de publicar su libro «La Biblia del Magnate del Ladrillo». Hoy le voy a pedir a Charlie que nos cuente un poco más de su libro y también sobre las inversiones inmobiliarias.

¿Cuáles fueron tus motivaciones para escribir «La Biblia del Magnate del Ladrillo»?

Una pregunta súper chula, Luis. Y ya verás cómo te voy a sorprender con mi respuesta.

Si te digo la verdad jamás había pensado en la idea de escribir un libro. Y espera porque fue realmente muy curiosa la manera en que se me ocurrió empezar. Hacía unos meses que mi abuelo, la persona que me inspiró y apasionó por el mundo del ladrillo, había fallecido por COVID-19. Y no me digas cómo sucedió, pero una noche me desperté sobresaltado con la idea de que tenía que escribir un libro para honrar su memoria por haber puesto esa semillita en mí. Así que dicho y hecho. Cogí papel y boli, y valiéndome de los mapas mentales de Tony Buzan que tanto suelo utilizar, me puse a esbozar la estructura del libro por capítulos. Así que honrar a mi abuelo fue la primera de las razones, pero tenía que ir más allá: que su legado y todo lo que yo había aprendido hasta la fecha como inversor y gestor del patrimonio familiar pudieran ayudar a más personas a vivir una vida más abundante, lo que irremediablemente me condujo a las dos siguientes.

La segunda motivación es inspirar al lector de que todo es posible si se quiere algo de verdad, porque si tienes un objetivo realista y bien definido en tu vida, la inversión en ladrillo es una vía óptima para lograrlo. Ya sea jubilarte, crear tu libertad financiera a través de la generación de rentas semipasivas, crear una gran fortuna y dedicarte a tus pasiones, dejar un legado a tus futuras generaciones o cumplir una determinada función social. Porque vivir de las rentas a través de la inversión inmobiliario es un medio para conseguir tu propósito y objetivos de vida, no el camino para convertirte en la persona más rica del cementerio. Y a través de «La Biblia del Magnate del Ladrillo» enseño al lector a identificar su Ikigai o propósito de vida para identificar qué es lo que quiere en su finita vida humana. Y aquí es donde entra mi lado coach, porque de verdad Luis que mi libro tiene muchísimo de desarrollo personal y coaching.

Y por último, me lancé a escribir este libro porque a pesar de haber encontrado manuales muy buenos sobre la inversión en bienes raíces, hay muchas cuestiones en las que no se profundiza como se debiera. Porque hasta la fecha no ha llegado a mis manos ningún manual tan completo como el que propongo a través de la «La Biblia del Magnate del Ladrillo». Soy consciente de que algunas personas pensarán que estoy barriendo para casa, pero invito a que lo comprueben por sí mismas y estoy convencido de que no se arrepentirán de todo lo que pueden aprender. Si bauticé el libro como «Biblia» será por algo. ¡No iba a blasfemar por nada!

¿Qué ideas clave enseñas en el libro?

La idea clave u objetivo del libro es enseñar a las personas a vivir de las rentas mientras duermen o están de vacaciones. Porque como muy bien decía mi abuelo: «No hay que ser rico para vivir de las rentas, pero vivir de las rentas sí te puede hacer rico». Y eso es lo que hago durante gran parte de la obra: romper con las creencias limitantes que muchas personas se autoimponen, autolimitan y se autocondenan – a ellos y a sus familias – a vivir una vida financieramente miserable.

«La Biblia del Magnate del Ladrillo» es algo así como un despertar de vida y financiero a través del sector inmobiliario. Y estoy absolutamente convencido de que mejorará la vida de muchas personas. Porque lo más importante es el mindset, esa preparación psicológica y emocional del inversor. Y fíjate si lo considero importante que dedico enteramente el primer episodio para sentar las bases del «para qué» de la inversión inmobiliaria.

Porque los gobiernos de todo el mundo quieren personas ignorantes, sumisas, pasivas y pobres financieramente hablando. Y de ahí el nivel de educación financiera que existe en el mundo. Sí, por muy dura que te parezca la realidad, los gobiernos – independientemente de su color político – quieren personas pobres. Solo miran por sus objetivos personales, pero ni tú ni yo les importamos lo más mínimo. Porque cuando las personas empobrecen, pierden libertad y se convierten en individuos más dependientes del Estado y más fácilmente manipulables. Y de ahí que se limite, se pongan trabas y se castigue al que crea riqueza mientras se premia al caradura y vago que no pega palo al agua. Ya sabes, las ayuditas y esas cosas.

Y «La Biblia del Magnate del Ladrillo» es un grito a la libertad financiera. Porque la libertad financiera es sobre todo LIBERTAD. Libertad para utilizar tu tiempo como quieras disponerlo. Porque la verdad es que tu tiempo es el activo más importante y escaso de tu vida. Porque ni con todos los inmuebles, dinero, oro y bitcoin del mundo se puede comprar un solo segundo de tiempo. Así que cuando inviertes en inmuebles, lo que en realidad estás haciendo es «robarle tiempo al tiempo», como dice la canción de Café Quijano.

¡Y no te engaño! Por muchos ingresos pasivos que recibas, no puedes comprar la pócima de la eterna juventud, pero lo que sí es cierto es que podrás vivir la vida de una manera mucho más feliz. Porque cuando cuentas con la seguridad de haber establecido un sistema de ingresos semipasivos (así es el ladrillo), puedes prolongar cada segundo de tu tiempo haciendo lo que realmente te apasiona con las personas que quieres en tu vida. Pero si andas con las finanzas al cuello, te aseguro que ni tú ni tu familia seréis felices.

Porque se suele decir que el dinero no te hace más feliz, algo de lo que estoy 100% en desacuerdo. Para ser más exactos, «el dinero no trae la felicidad, pero sí trae felicidad”. Porque si todo lo demás está bien (salud, amor, familia, desarrollo personal, etc.), te garantizo que una buena situación financiera te concede muchísima paz mental. Y la Paz Mental = Felicidad.

¿Cómo puede ayudar la inversión inmobiliaria a alguien que quiere construir su libertad financiera?

Quizá tu audiencia pueda pensar que no soy objetivo con lo que te voy a responder ahora mismo, ya que mi obra gira en torno a la inversión en bienes raíces: estoy convencidísimo de que la inversión inmobiliaria es la forma más sencilla y más escalable de alcanzar la libertad financiera. Y os lo voy a justificar mediante 4 razones que sostienen esta hipótesis del ladrillo:

1. Las proyecciones demográficas son fundamentales. Según el INE, la población española ganará casi 1 millón de habitantes en los próximos 15 años y casi 3,5 millones de personas hasta 2070. Y evidentemente todas esas personas – a no ser que de aquí a entonces desarrollen el método para que las personas vivan en pokéballs – necesitarán una vivienda, que bien comprarán o alquilarán. Y ahí es precisamente donde estarán los inversores inmobiliarios para garantizar la demanda de hogar a cambio de cubrir su libertad financiera.

2. ¡No hay que reinventar la rueda! Un inmueble es un activo tangible que los bancos comprenden muy bien porque tienen mucha experiencia (viven de ello). Y por eso estarán encantados de concederte financiación si transmites la confianza personal y económica-financiera de que puedes devolverlo en plazo. Pese a lo que el ciudadano medio piense, se pueden conseguir varias hipotecas de manera simultánea y que cada una te genere un cash-flow mensual positivo. Y esta es precisamente la magia del apalancamiento financiero para escalar y tener varios inmuebles en cartera que financien tu estilo de vida. ¿Acaso un banco te daría financiación tan fácilmente para invertir en criptomonedas, acciones o fondos de inversión?

3. El binomio rentabilidad-riesgo entra en juego: las inversiones inmobiliarias son mucho menos volátiles y arriesgadas que invertir en acciones en bolsa o criptomonedas. Invertir en inmuebles es mucho más estable y seguro. Pero aun así, las rentabilidades son muy interesantes. Porque hay que desconfiar de todas esas inversiones muy rápidas, muy rentables y muy líquidas.

4. «El 90% de todos los millonarios llegaron a serlo a través de los bienes raíces» – Andrew Carnegie. (¡A buen entendedor pocas palabra bastan!)

¿Cuánta libertad financiera se puede generar a través de la inversión inmobiliaria?

Me encanta el concepto de libertad financiera. Y me encanta la forma en que tú la interpretas, Luis, como el número de años que puedes mantener tu nivel de vida sin trabajar. De hecho, yo creo que fue a través de «Ten Peor Coche que Tu Vecino» la primera o una de las primeras veces que escuché el concepto. Sin embargo, creo que con la inversión inmobiliaria funciona de una manera un poco diferente.

Me explico: puedes hablar del número de meses o años de libertad financiera con la liquidez que tengas en el banco o inversiones muy fácilmente liquidables. Pero cuando inviertes en inmuebles, la desinversión o venta de tus activos puede llevar meses o incluso años, por lo que no puedes hablar de 1, 10 ó 20 años de libertad financiera.

Yo diría que se trata de una libertad financiera 2.0 porque el objetivo de vivir de las rentas no es tener un fondo de emergencia ahí parado, sino más bien sustituir ese intercambio de tiempo por dinero. Así si has construido un buen sistema de ingresos semipasivos puedes llegar a decir que tienes una libertad financiera infinita de por ejemplo 3.000 € al mes. Porque tus inmuebles, si has realizado inversiones lo suficientemente rentables y procuras una buena gestión, te posibilitan vivir de las rentas. Y eso para mí es la mejor libertad financiera, porque si es bien gestionada, es para siempre.

¿Qué tal ha ido el lanzamiento del libro y cómo puedo conseguirlo?

Súper contento porque el lanzamiento del libro tuvo una muy buena acogida. Fue brutal, porque en tan solo un par de días «La Biblia del Magnate del Ladrillo» pasó a ocupar la posición #2 en el ranking de Best Sellers de la sección Inmobiliaria en Amazon España, justo por detrás del libro de Carlos Galán (Libertad Inmobiliaria), que por cierto ha sido el prologuista de mi libro. Y epílogo de Miguel Ángel García, de Amigo Inversor. Dos grandes personalidades del mundo inmobiliario.

El libro está disponible en Amazon en formato físico y también e-book. Y es prácticamente un regalo, porque el precio es irrisorio comparado con el valor, lecciones y experiencia que cada página aporta al lector. No ya solo por los miles de euros que evitará malgastar al tomar una mala decisión de inversión o gestión, sino por la rentabilidad que dejará de ganar. Vamos que el coste de oportunidad de no leerse este manual de inversión es enorme. Y para cerrar, me gustaría dejar un mensaje muy importante para tu bonita audiencia de Preahorro, Luis:

Si quieres aprender a vivir de las rentas y conseguir tu libertad financiera, ganar dinero mientras duermes, despedir a tu jefe, jubilarte cuando desees, disfrutar tus pasiones, conseguir tus objetivos y propósito de vida, y dejar un buen patrimonio a tus herederos: «La Biblia del Magnate del Ladrillo» es para ti.

Pero si prefieres continuar siendo un esclavo del sistema, depender de una única fuente de ingresos, y además eres de los que piensa que el dinero no da felicidad, siento decirte que este libro NO es para ti, así que… ¡¡Ni se te ocurra leerlo, no sea que aprendas algo!!