Algunos tardamos más y otros menos, pero hay algo que todos terminamos aprendiendo en la vida: gestionar bien nuestras finanzas personales es importante y ahorrar es el primer paso. Por eso mismo, si eres padre o madre seguro que te has planteado en algún momento la necesidad de enseñar a ahorrar a tus hijos, porque si son capaces de hacerlo desde pequeños podrán gestionar mejor sus finanzas durante toda su vida.
Pero hay más. Una de las cosas más importantes en la vida es aprender a fijarse metas y conseguirlas. El ahorro es una herramienta ideal para aprender a hacerlo y practicarlo. De hecho, en una relación sana con el dinero, éste no es más que un fin para conseguir un objetivo. Al final, los objetivos sirven para establecer prioridades y diferenciar deseos de necesidades, pero sobre todo ayudan a posponer la gratificación. Un estudio de la Universidad de Harvard descubrió que los niños que son capaces de posponer la gratificacion inmediata, es decir, que son capaces de esperar, tiene mejores notas y menos problemas en la vida. El ahorro sirve para que los niños aprendan esta habilidad crítica y que se den cuenta de la ventaja de trabajar a largo plazo en lugar de buscar la recompensa inmediata.
Para lograr que nuestros hijos ahorren y aprendan a marcarse metas y a posponer gratificaciones, sólo vamos a necesitar tres herramientas: su paga, un bote transparente y a ti, que vas a ayudarle a lograrlo.
Esto es lo que necesitas:
ÍNDICE
Herramienta 1. Su paga
Como dice Juana León, de AprenderCuenta.com, “no puedes enseñar a tu hijo a andar en bicicleta si no le das antes una bicicleta”. En otras palabras, no pueden ahorrar si no tienen nada que ahorrar, y ahí es donde entra en juego la paga.
La cantidad depende de cada familia, pero siempre es mejor que la paga sea semanal que mensual. Si a nosotros ya nos cuesta muchas veces gestionar un presupuesto en 30 días, para nuestros hijos puede ser todavía más complicado.
En cualquier caso, la paga es sólo una alternativa. Si la paga no nos convence, hay otras formas de ayudarle a ahorrar. Lo importante es que el niño aprenda a gestionar el dinero y se familiarice con él . Esto puedes conseguirlo haciendo que se gane lo que recibe. Desde colaborando en las tareas de casas hasta ayudando a hacer las uñas a la abuela o haciendo masajes a sus padres. En este punto todo vale. La ventaja de esta fórmula es que el niño aprende que nadie regala nada en la vida y que hay que ganarse el dinero.
En cualquier caso, lo importante es que el niño tenga unos ingresos, un dinero que poder gestionar y ahorrar.
Herramienta 2. Botes transparentes
Podemos usar un bote de cristal o uno de plástico, pero lo importante es que sean transparentes, porque así los niños pueden ver cómo crece su ahorro y mantener la motivación.
El número de botes depende de cada niño, pero lo ideal es tener uno para cada objetivo. Y aquí es donde empieza nuestro trabajo como ‘coaches financieros’ de nuestros hijos. Debemos ayudarles a establecer sus metas de ahorro en función de su edad y de su paga.
El objetivo debe ser cuantitativo. Es decir, debe expresarse en una cantidad concreta de dinero que deben lograr. Para quienes están empezando y para los más pequeños es mejor establecer metas alcanzables en un plazo de no más de dos o tres semanas. Así verán cómo su esfuerzo tiene recompensa. Poco a poco ya iremos trabajando en objetivos más ambiciosos y que impliquen más esfuerzo y más tiempo.
El objetivo de Álvaro es una nave de Star Wars y su meta de ahorro es de 40 euros.
Una buena idea para definir los objetivos es buscar cosas que puedan usar varias veces, como un juguete que les haga mucha ilusión y que sepamos que van a jugar mucho con él o un abono que puedan usar durante todo el año, como el pase para el parque de atracciones o el zoo. Además, con el segundo les enseñamos el valor que tienen las experiencias frente a las cosas materiales.
Herramienta 3. Nosotros, la familia
Es fácil no darse cuenta, pero al final el elemento que va a determinar la relación de nuestros hijos con el dinero somos nosotros como padres y como familia. Hay varias cosas que podemos hacer para inculcar los valores que ayudarán a los pequeños a convertirse en ahorradores.
Ser los primeros en ahorrar
Decía Albert Einstein que el ejemplo no es la mejor forma de enseñar, es la única. No podemos pretender que nuestros hijos sean responsables con su paga si nosotros no lo somos con nuestro sueldo. Para predicar con el ejemplo les podemos enseñar cómo nosotros también estamos ahorrando para comprar algo que queremos porque no se puede tener todo de forma inmediata.
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Incentivar el ahorro
Conforme se hagan mayores, los objetivos irán siendo cada vez más caros y ambiciosos. Hay que ayudarles a través de incentivos. En este punto hay dos estrategias, la primera es decirles que si ahorran cierta cantidad, nosotros pondremos el resto. Por ejemplo, María quiere un iPhone y su madre ha acordado que cuando ahorre 300 euros, ella pondrá el resto para que pueda comprarlo.
La segunda estrategia es ayudarles a conseguir más dinero. Hay muchas fórmulas, pero la que más les va a ayudar es sentarnos con ellos a pensar qué pueden hacer para ahorrar más y que sean ellos quienes empiecen proponiendo ideas. Verás cómo tienen más de las que piensas.
Ayudarles a entender la importancia del ahorro
Para los más pequeños puede ser complicado asimilar que deben ahorrar. Una buena forma es usar ejemplos de animales ahorradores, porque la mayoría de niños los entiende mejor. ¡Por algo las usan en la mayoría de las fábulas! Un buen punto de partida puede ser el clásico de La Hormiga y la Cigarra.
Otra alternativa es usar juegos de corte financiero como el Monopoly, que tiene una versión para niños muy sencilla y rápida de jugar, o el Cash Flow de Robert Kyosaki, que tiene su versión en tablero y online.
Ahorrar en casa
Otra fórmula para inculcar hábitos de ahorro es a través de los recursos de nuestro entorno. Podemos empezar por no cerrar los grifos al cepillarse los dientes, apagar siempre la luz o no desperdiciar agua jugando, por poner tres ejemplos.
Del mismo modo, podemos reciclar objetos de casa. Si el niño es fan de la Patrulla Canina podemos incluso recordarle el dicho de Rocky, “antes de tirarlo, reciclarlo”).
No darles todo lo que quieren
Uno de los aprendizajes más importantes del ahorro es que enseña a ganarse las cosas. Ahorrar supone un esfuerzo y así los pequeños tienen la sensación de que se están ganando aquello que quieren.
Además, de esta forma aprenden a diferenciar entre lo que quieren y lo que necesitan, aprenden a establecer sus prioridades y a enfocarse en la consecución de sus objetivos.
Poner objetivos de ahorro en familia
Si queremos dar ejemplo en el ahorro, nada mejor que tener un objetivo común para toda la familia y un boto transparente para este objetivo.
Las vacaciones pueden ser esa meta porque están acotadas temporalmente (hay que ahorrar dentro de un plazo), podemos asignarles un coste y además permiten incluir a los pequeños en la toma de decisiones de la familia y ven cómo su opinión se tiene en cuenta. Esto es por ejemplo lo que hizo José para costear el sueño de ir a Disney de su hija Carlota.
Aprovechar los cumpleaños
Los cumpleaños son el momento ideal para dar un paso adelante en el ahorro. Quizás sea más difícil con los abuelos, pero seguro que los tíos y los padrinos se prestan más a hacer un regalo en metálico. Se puede aprovechar ese dinero para trabajar con los pequeños la toma de decisiones y el establecer sus prioridades.
En el caso anterior, Carlota decidió ahorrar buena parte del dinero de su cumpleaños para el objetivo de ir a Disney.
Estos trucos junto con otros valores clásicos como la constancia ayudarán a los pequeños a aprender a fijarse objetivos, posponer sus gratificaciones y a tener una mejor relación con el dinero. En este otro artículo te damos seis claves más para que aprendan a ser libres financieramente.
3 Comments on “Así harás de tu hijo un campeón del ahorro”
Excelente artículo. Hay que enseñar a los peques el hábito del ahorro. Gracias por compartirlo, saludos
Están bien los artículos, prácticos, claros y directos.
Una pregunta : es posible educar con una paga, cuando no se ha hecho hasta ahora y mis hijos tienen 17, 21 y 23 años?. No son malcriados y, la mayor, ha tenido varios trabajos, aunque sigue la universidad.
Gracias
Buenas Conchita,
A estas edades la forma de educar debe ser diferente. No puedes usar el mismo método porque sus necesidades son diferentes. Un niño pequeño no tiene gastos semanales propios, algo que tus hijos sí. Es decir, su gestión financiera está más cercana a la de una persona adulta con sus gastos ‘fijos’ que normalmente estarán relacionados con el ocio (salir con los amigos, por ejemplo).
La paga puede ayudar más al hijo menor de edad y al mediano si no tiene ingresos. La mayor, si ya ha trabajado, conocerá las bases de la gestión financiera, aunque una paga les vendrá bien hasta que tengan ingresos propios, sobre todo mientras están estudiando para que puedan centrarse en los estudios.
En este punto hay dos opciones: