Pregunta a cualquier persona si le gustaría ganar más dinero y la respuesta será positiva. Es más, según un informe de Adecco e Infoempleo, apenas un 27% de los españoles se siente satisfecho con su salario y un 72,3% cree directamente que debería cobrar más.
El motivo es que la mayoría percibimos el aumento de salario como la tabla de salvación a nuestros problemas, pero cuando llega el dinero sale de nuestra cuenta casi con la misma rapidez. Es lo que conoce como la trampa del gasto creciente.
Cuanto más tenemos, más gastamos, así de fácil. Los seres humanos no estamos hechos para pensar a largo plazo, y se nota. Si no lo tienes claro, sólo piensa en la última vez que te subieron el sueldo y a dónde fue a parar el dinero. El primer mes es por la celebración, el segundo por esa nueva televisión que has visto, el tercero porque has conseguido mesa en ese restaurante que tanto tiempo llevabas esperando… Y así hasta que poco a poco y sin darte cuenta, habitúas tu nivel de gasto a tus nuevos ingresos. Hasta hay un experimento con niños llamado el «Experimento Marshmallow» que lo demuestra científicamente.
El caso de mi amigo Juan lo resume a la perfección. Juan es directivo en una gran empresa, cobra un salario de seis cifras y aun así vive pendiente de su bonus. ¿El motivo? Sus gastos. Vive en una bonita casa unifamiliar con un gran jardín, cuenta con tres coches, casa de la playa y tres hijos que van a sendos colegios privados… En otras palabras, Juan gana mucho, pero también gana mucho.
Su caso no es aislado y es el motivo por el que muchos deportistas acaban en la ruina pese a ganar decenas de millones durante sus carreras y por la que la alegría de ganar la lotería puede no durarte más de diez años.
Al final la salud financiera no se mide solo por los ingresos, sino por su diferencia con los gastos.
Diferencia entre ingresos altos y libertad financiera
La libertad financiera va más allá de ganar mucho dinero. Por supuesto, cuanto más dinero ganes mayor libertad financiera podrás generar porque aprovecharás mejor el poder del interés compuesto. Sin embargo, unos ingresos altos no son sinónimo de libertad financiera.
La libertad financiera es el número de meses que podrías mantener tu actual ritmo de vida si hoy dejases de ganar dinero. En el caso de Juan, no alcanzaría ni a tres meses. Pese a haber ganado mucho a lo largo de su carrera, siempre ha tenido muchos gastos. Cada ascenso y mejora profesional ha llegado acompañado de una casa, un coche, un nuevo carnet de socio de un club… Y así es muy difícil generar libertad financiera.
La primera premisa para alcanzar la libertad financiera es gastar menos de lo que ingresas. La fórmula para lograrlo es el preahorro, tal y como explicamos en el cursogratuito Libertad Financiera.
Aunque ahora te parezca difícil, la realidad es que ahorrar un 20% de tu salario todos los meses sin que tu nivel de vida se resienta es posible. Ese es el camino para alcanzar la libertad financiera. La segunda ‘pata’ del banco es rentabilizar ese dinero. Hoy en día invertir ha dejado de ser una opción y se ha convertido en una necesidad.
Dentro del programa también te pondremos en contacto con un experto en inversión que te ayudará a sacar el máximo partido a tus ahorros. Si ya ahorras, en el programa Invertir Mejor podrás acceder a este servicio.
Gracias a estas dos herramientas empezarás a crear tu libertad financiera y te darás cuenta de que ésta no tienen que ver con cuánto ganas, sino con cómo gastas tu dinero. Como ayuda final, con estas dos estrategias ahorrarás más todos los meses sin darte cuenta.